Iniciar un negocio en México no solo implica tener una idea innovadora o un plan financiero sólido, también requiere elegir la estructura legal adecuada. Esta decisión es fundamental, ya que afectará aspectos como la responsabilidad legal de los socios, el régimen fiscal, la forma de administración, y la posibilidad de atraer inversión. Comprender los tipos de estructura legal de una empresa permite a los emprendedores tomar decisiones informadas y, además que tienen la elección de saber qué tipo de negocio desean construir.
¿Qué es la estructura legal de una empresa?
La estructura legal es la forma jurídica bajo la cual una empresa opera. Define su relación con el Estado, los socios, empleados y terceros. En México, se regula por diversas leyes, principalmente por el Código de Comercio, la Ley General de Sociedades Mercantiles (LGSM), y otras normativas fiscales y laborales.
Por las razones mencionadas anteriormente, para que una empresa tenga éxito es crucial que tenga una adecuada estructura legal, y para lograrlo se necesita considerar factores como:
- Gobernanza. Establece las normas y procedimientos para la toma de decisiones dentro de la organización.
- Fiscalización. Cómo se presenta la empresa ante Hacienda. Determina el régimen fiscal al que se sujeta, cómo se calculan sus impuestos, nómina, etc.
- Capitalización. Marca el camino de las opciones de acceso a capital de inversión.
- Responsabilidad. Define quién responde por las deudas y obligaciones de la empresa. También establece la responsabilidad, funciones y peso de los socios o accionistas ante las deudas de la empresa, si es que llegará a tenerlas.
En general, la estructura legal establece las personas, funciones y actividades clave en la operación de la empresa. La formalización de esta desde el inicio hará más fáciles algunas acciones clave al momento de crearla. Por ejemplo, su constitución legal, el registro de marca e incluso la toma de decisiones respecto a la imagen corporativa y logotipo.
OJO: La estructura legal no es lo mismo que el tipo de sociedad mercantil. Tampoco es lo mismo que el régimen con que se está dado de alta en el SAT.
Finalmente, la estructura legal tampoco debe confundirse con el marco legal de una empresa, el cual es el conjunto de leyes bajo las cuales opera. Es decir, qué tipo de actividades puede realizar, si puede recibir donaciones y qué leyes comerciales le aplican, por mencionar algunas.
Clasificación por tipos de estructura legal de una empresa
En México, existen 3 tipos de estructura legal para empresas, cada una cuenta con ventajas y desventajas, por lo que debe elegirse con base en las necesidades y objetivos específicos de tu modelo de negocio o proyecto. A continuación, te compartimos la información.
Propiedad Única (Empresa Unipersonal)
Este tipo de estructura legal empresarial pertenece en su totalidad a una sola persona, la cual toma todas las decisiones. Esto significa que en este sujeto recaen todas las responsabilidades y riesgos de la organización. Esta suele ser elegida principalmente por emprendedores que tienen una pequeña o mediana empresa en México.
Ventajas
- Menores requisitos legales y fiscales.
- Ideal para emprendedores individuales o freelancers.
- Facilidad para iniciar operaciones rápidamente.
Desventajas
- Responsabilidad ilimitada, ya sea para el pago de deudas, toma de decisiones, etc.
- Menor acceso a financiamiento e inversión externa.
Sociedad
Dos o más personas se asocian para la creación de la empresa, compartiendo responsabilidades e infusión de capital. Existen diferentes tipos de sociedades:
- Sociedad en Nombre Colectivo. En este tipo de sociedad, todos los integrantes asumen de forma solidaria la responsabilidad frente a las obligaciones de la empresa con su patrimonio personal.
- Sociedad en Comandita Simple. Se caracteriza por tener dos tipos de socios: unos que responden ilimitadamente por las deudas sociales y otros cuya responsabilidad se limita a su aportación de capital.
- Sociedad de Responsabilidad Limitada (S. de R.L.). Los socios solamente responden por el monto que hayan invertido, sin comprometer su patrimonio personal.
- Sociedad Anónima (S.A.). El capital social está representado por acciones, y los accionistas únicamente responden hasta por el valor de las mismas.
- Sociedad en Comandita por Acciones. Esta figura mezcla características de las sociedades comanditarias y anónimas, combinando socios gestores con responsabilidad ilimitada y accionistas con responsabilidad limitada.
- Sociedad Cooperativa. Su estructura promueve la participación igualitaria de sus miembros, quienes colaboran en la gestión y comparten los beneficios de manera justa.
- Sociedad por Acciones Simplificada (S.A.S.). Ofrece un esquema moderno y ágil que permite a una sola persona constituir legalmente una empresa con menor carga administrativa.
Ventajas
- Responsabilidad limitada para algunos tipos de sociedad.
- Posibilidad de atraer inversionistas.
- Credibilidad ante instituciones financieras.
- Mayor flexibilidad para la gestión empresarial.
Desventajas
- Requiere más trámites administrativos.
- Fiscalización más estricta.
- Posibles conflictos entre socios y responsabilidad personal en algunos casos si no se tiene la capacitación adecuada.
Corporación
Es una entidad separada de los dueños. Es decir, que los dueños no son responsables por las deudas de la empresa. La dirección suele llevarse a través de una mesa o consejo directivo. Asimismo, debe establecer desde el inicio la injerencia de los accionistas, pues pueden tener voto y participar en la operación o no. Suelen sobrevivir a los dueños originales.
Aquí te compartimos unas opciones de corporaciones:
- Corporación Cerrada. Es una entidad cuyos títulos accionarios se encuentran en manos de un grupo reducido de personas, sin estar disponibles en mercados públicos.
- Corporación B. Esta figura empresarial busca equilibrar la rentabilidad con un compromiso activo hacia el bienestar social y el cuidado del medio ambiente.
- Corporación S. Opera bajo un régimen fiscal especial en el cual las utilidades se atribuyen directamente a los accionistas, quienes las reportan en sus declaraciones personales, lo que puede resultar en ventajas fiscales.
- Corporación C. Es el modelo corporativo estándar en el que los accionistas cuentan con protección patrimonial frente a las obligaciones de la empresa, operando como una entidad jurídica separada.
Ventajas
- Responsabilidad limitada para los accionistas.
- Sencilla transferencia de propiedad.
- Mayor acceso a capital privado.
Desventajas
- Mayor complejidad administrativa por ser una organización más grande.
- Costos de constitución y mantenimiento más altos.
Factores a considerar al elegir la estructura legal de una empresa
Escoger la estructura legal adecuada para tu proyecto es importante. No es una formalidad, sino una herramienta. Te permitirá tomar decisiones más acertadas para el presente y futuro de tu empresa. Por ello, es necesario que tengas en cuenta lo siguiente:
- Cantidad de socios. Es importante definir si tu empresa será operada por una sola persona o si contarás con varios socios.
- Monto de inversión inicial. El capital disponible para comenzar y mantener la operación del negocio es un factor determinante al momento de elegir la estructura legal de una empresa.
- Alcance de la responsabilidad legal. Se debe considerar hasta qué punto los dueños estarán obligados a responder por las deudas o compromisos financieros de la organización.
- Naturaleza de las actividades económicas. El giro del negocio, ya sea comercial, industrial, de servicios o agrícola, puede condicionar la estructura más conveniente.
- Propósito y visión del negocio. La estructura legal seleccionada debe estar alineada con los planes de crecimiento, expansión o permanencia a largo plazo de tu empresa.
Además de los factores anteriores, también debes considerar la asesoría de expertos, en WORTEV SERVICES, encontrarás a un especialista legal corporativo que te ayudará a definir cuál es la opción que más te conviene a ti y a tu proyecto.
Recuerda que la estructura legal de una empresa en México es mucho más que un requisito formal; es un factor estratégico que puede determinar el éxito o fracaso de un emprendimiento. Al elegir adecuadamente, se pueden optimizar aspectos fiscales, limitar riesgos legales y facilitar el crecimiento del negocio. ¡Agenda una cita ahora!